Tamaulipas registra un acumulado de 137 casos sospechosos de viruela símica, pero se mantiene en 32 el número de pacientes confirmados, cifra que coloca al estado en el lugar 12 de la tabla nacional, informó la Secretaría de Salud.
El reporte acumulado comprende de 2020 a 2024, donde las entidades con más diagnósticos son Ciudad de México con 2 mil 156 casos, Jalisco 413, Estado de México 369, Quintana Roo 256, Yucatán 170, Nuevo León 139, Puebla 70, Veracruz 69, Tabasco 57, Chiapas 53, Baja California 35 y Tamaulipas 32, entre los primeros 12.
La dependencia actualizó también su reporte epidemiológico anual sobre esta enfermedad, precisando que durante 2024, se tiene en el país un total de 419 casos notificados, de los cuales 72 son confirmados y se encuentran distribuidos en 12 entidades federativas.
Encabeza la estadística Ciudad de México con 40, seguida por Quintana Roo con 9, Baja California Sur 5, Jalisco 3, Veracruz 3, Estado de México 2, Morelos 2, Puebla 2, Sonora 2, Nuevo León 1, Sinaloa 1, Tamaulipas 1 y Tlaxcala 1.
Salud indicó que, considerando el escenario epidemiológico, ha sido necesario reforzar las medidas destinadas a la prevención y contención de la enfermedad.
“En la medida que el sistema de vigilancia epidemiológica se mantenga actuando con oportunidad ante los casos probables, se podrán evitar afectaciones a la salud y cargas adicionales al sistema de salud”.
El pasado 14 de agosto de 2024, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó una reunión de emergencia sobre el Mpox tras su propagación fuera de la República Democrática del Congo (RDC).
En vista de la situación, el Comité de Emergencia determinó que el brote constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Sus síntomas son fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupción cutánea o lesiones que pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido claro o amarillento y luego pueden formar una costra, secarse y caerse.
Son más vulnerables a desarrollar la enfermedad quienes viven con VIH, padecen sífilis y diabetes mellitus, entre otras comorbilidades.