Nuevo Laredo continúa en foco rojo por sequía extrema; autoridades alertan por riesgo de incendios

A pesar de las lluvias registradas al cierre de marzo, Nuevo Laredo sigue siendo el municipio más golpeado por la sequía en Tamaulipas. De acuerdo con el último reporte del Monitor de Sequía en México, aproximadamente una tercera parte del territorio municipal se encuentra bajo condiciones de sequía extrema, lo que lo coloca como la zona más vulnerable del estado.

En comparación, otros municipios como Mier, Miguel Alemán y Camargo presentan sequía moderada, mientras que Guerrero sufre condiciones severas. El resto del estado, por el momento, muestra una recuperación parcial, lo que representa una mejoría temporal tras meses de clima adverso.

La sequía no solo afecta el suministro de agua y la agricultura local, sino que incrementa significativamente el riesgo de incendios forestales, sobre todo en zonas rurales o cercanas a la sierra. Las condiciones actuales –temperaturas cercanas a los 30 °C, ráfagas de viento de hasta 55 km/h y baja humedad– generan un ambiente propenso a la propagación de fuego no controlado.

Protección Civil del Estado ha emitido una alerta preventiva y exhorta a la población a evitar cualquier tipo de quema, ya sea de basura o uso de fuego en áreas abiertas, incluyendo lotes baldíos y zonas campestres. También se pide reportar cualquier señal de incendio al 9-1-1 para su atención inmediata.

Aunque las lluvias recientes dieron un pequeño alivio en algunas zonas de Tamaulipas, los expertos en meteorología advierten que la recuperación de la humedad del suelo podría tardar semanas o incluso meses, dependiendo de las condiciones atmosféricas y futuras precipitaciones.

Para los habitantes de Nuevo Laredo, esta situación representa un llamado a la acción comunitaria: cuidar el agua, evitar riesgos y estar atentos a los avisos oficiales.