El Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud en Tamaulipas (Fassa) durante el sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca, fue observado por la Auditoría Superior de la Federación, debido a diversas irregularidades como la falta de documentación comprobatoria del gasto hasta pagos no sustentados al personal médico.
En 2017, primer año de esa administración, la ASF dispuso la recuperación de recursos por 380.8 millones de pesos, debido principalmente a que se hicieron pagos por remuneraciones a personal de salud no localizado en su área de trabajo, lo que se consideró un probable daño a la Hacienda Pública.
También faltó documentación comprobatoria del gasto; se señalaron pagos improcedentes y otros incumplimientos en materia de servicios personales, de acuerdo con información proporcionada por el ente fiscalizador.
En 2018, se emitieron observaciones porque al cierre del ejercicio fiscal no se habían ejercido 71 millones de pesos de los recursos transferidos.
La entidad, además, registró inobservancias en la normativa del fondo, principalmente en materia del destino de los recursos, así como de las leyes de Coordinación Fiscal, de Disciplina Financiera y de Gasto Público.
Se presentaron también incumplimientos en las obligaciones de transparencia sobre la gestión del Fassa, ya que la información reportada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el cuarto trimestre de ese año difirió del monto reflejado en los registros contables y presupuestarios.
En 2019, se señalaron incumplimientos de la normativa en materia de transferencia y destino de los recursos; anomalías en pago de sueldos y en reglas de transparencia.
Se abrió extemporáneamente la cuenta bancaria para recibir el dinero del fondo y se reportó con incongruencias el saldo en el estado analítico.
Se hicieron pagos a 31 trabajadores que no acreditaron los requisitos académicos para desempeñarse en la plaza por la cual cobraron un sueldo, como títulos y cédulas profesionales; 40 más no probaron haber tomado los cursos requeridos para su área de adscripción. Además faltó documentación comprobatoria sobre la aplicación y destino de los recursos del fondo.
“Medidas de fin de año” por 650 mil pesos, y se efectuaron pagos a trabajadores que laboraron en unidades de salud no autorizadas para financiarse bajo el concepto de compensación por desempeño en comunidades de bajo desarrollo. Se generaron extemporáneamente comprobantes fiscales digitales a los trabajadores; se reportó con incongruencias el importe al cuarto trimestre del formato de “nivel financiero”; y no se publicaron los resultados de la evaluación realizada a los recursos del fondo.
En el ejercicio de los recursos, se detectaron inobservancias principalmente en materia de transferencia, destino y servicios personales, que generaron un probable daño a la Hacienda Pública Federal por 4.6 millones de pesos.
En 2020, se pagaron remuneraciones a 33 servidores públicos, de los que no se contó con la documentación que acredite la preparación académica requerida para el puesto, erogándose 12.6 millones de pesos.
Al 31 de marzo de 2021, no se había pagado un monto del Fassa por 38.6 millones de pesos y también se observaron diversas normas no atendidas, principalmente en materia de destino de los recursos y servicios personales, que generaron un probable daño a la hacienda pública federal por un importe de 50.6 millones de pesos.
Del ejercicio fiscal 2021, se informó que se determinaron observaciones por un monto de 195.5 millones de pesos, integrado por la falta de la documentación comprobatoria y justificativa del gasto y pagos improcedentes en servicios personales.
En 2022, último año del sexenio, se desprendieron observaciones por 2.3 millones de pesos también por pagos a trabajadores de rama médica, de licencia con goce de sueldo por comisiones a centros de trabajo con funciones distintas a los objetivos, sin presentar justificación.











