Estudiantes de 4.º, 5.º y 8.º semestre de la Licenciatura en Derecho de la Facultad de Comercio, Administración y Ciencias Sociales de Nuevo Laredo (UAT) participaron en un foro de análisis del Reglamento del Consejo de Paz y Justicia Cívica del municipio. Durante la jornada, los universitarios dialogaron sobre cómo fortalecer mecanismos normativos que promuevan la convivencia armónica y la cultura de paz en Nuevo Laredo.
Entre las ideas planteadas, destacó una propuesta con impacto directo para la vida diaria: jóvenes proponen servicio comunitario en lugar de multas para atender faltas administrativas menores, priorizando medidas que ayuden a corregir conductas y a beneficiar a la comunidad.
¿Qué están proponiendo los estudiantes de la UAT?
La propuesta central es sencilla: que, ante ciertas faltas administrativas de baja gravedad, el municipio pueda aplicar servicio comunitario en vez de multas. La idea busca que la sanción no sea únicamente económica, sino una medida que ayude a reparar el daño, reducir conflictos y fomentar responsabilidad. En el marco del Consejo de Paz y Justicia Cívica Nuevo Laredo, se planteó como una alternativa más útil y formativa para la convivencia.
Servicio comunitario en lugar de multas: La idea central
Los estudiantes señalaron que una multa muchas veces no corrige el problema de fondo, sobre todo cuando se trata de faltas menores. Por eso, jóvenes proponen servicio comunitario en lugar de multas para que la persona realice actividades supervisadas que aporten a la ciudad y refuercen hábitos de respeto y cooperación.

¿Qué tipo de faltas podrían aplicar?
El planteamiento se enfoca en faltas administrativas no graves, donde no exista riesgo para terceros y donde sea viable una medida alternativa. La intención es que el reglamento defina criterios claros para decidir cuándo corresponde una multa y cuándo conviene más el servicio comunitario.
¿Por qué el servicio comunitario puede funcionar mejor que una multa?
En la discusión se destacó que el servicio comunitario puede convertirse en una herramienta de justicia cívica con servicio comunitario, porque no solo sanciona: también busca mejorar la convivencia y prevenir reincidencias. Este enfoque puede ser especialmente valioso cuando el conflicto inicia en situaciones cotidianas entre vecinos.
Ayuda a reparar el daño y mejorar la convivencia
En lugar de limitarse a pagar, la persona contribuye con acciones concretas que benefician a la comunidad. Esto puede disminuir tensiones y enviar un mensaje claro: la convivencia se cuida con responsabilidad.
Evita que una falta menor se convierta en un problema mayor
Cuando no hay soluciones tempranas, los conflictos pequeños escalan. El servicio comunitario, acompañado de mediación o acuerdos, puede ayudar a desactivar pleitos vecinales antes de que se agraven.
Puede ser más justo para quienes no pueden pagar
Otra razón que se puso sobre la mesa es la equidad. En el debate de multas o servicio comunitario Nuevo Laredo, el servicio comunitario puede evitar que una sanción económica afecte de forma desproporcionada a familias con ingresos limitados.
¿Cómo se aplicaría en la Justicia Cívica de Nuevo Laredo?
Para que la alternativa funcione, el reglamento tendría que establecer reglas claras y mecanismos verificables. Las propuestas de estudiantes de Derecho UAT apuntan a que la medida sea transparente, supervisada y con criterios definidos.
Reglas claras: Horas, actividades y supervisión
Se sugirió que el reglamento establezca cuántas horas corresponden por tipo de falta, qué actividades son permitidas, quién supervisa y cómo se comprueba el cumplimiento. Esto daría certeza tanto a la autoridad como a la ciudadanía.
Criterios para decidir entre multa o servicio comunitario
El objetivo es evitar discrecionalidad. La decisión debería depender del tipo de falta, si hay reincidencia, el contexto del caso y la viabilidad de que la medida realmente ayude a corregir la conducta.
Ejemplos de servicio comunitario que podrían implementarse
Los estudiantes plantearon opciones prácticas, enfocadas en acciones útiles y de bajo riesgo, siempre bajo supervisión. Estas actividades pueden adaptarse a necesidades reales en colonias y espacios públicos.
Limpieza y recuperación de parques y áreas públicas
Acciones como limpieza, retiro de basura y apoyo en jornadas comunitarias pueden mejorar áreas verdes y espacios de convivencia en distintos sectores de la ciudad.
Apoyo en campañas comunitarias y de prevención
Participación en campañas informativas o de apoyo comunitario, siempre con tareas adecuadas y supervisadas por la autoridad competente.
Mantenimiento de espacios municipales bajo supervisión
Apoyo en tareas de mantenimiento básico en instalaciones públicas, dentro de actividades seguras y previamente establecidas por el municipio.
Cultura de paz: El objetivo de fondo del reglamento
Más allá de la sanción, la meta es prevenir conflictos y fomentar el respeto. En este sentido, jóvenes proponen servicio comunitario en lugar de multas como una herramienta que ayuda a construir convivencia, responsabilidad y participación social.
Convivencia armónica, prevención y solución de conflictos
El enfoque busca que los problemas cotidianos tengan salidas institucionales con sentido social: mediación, acuerdos y medidas que corrijan sin escalar el conflicto.
Participación juvenil: Por qué importa en Nuevo Laredo
La participación de estudiantes en el análisis de reglamentos municipales muestra interés por el entorno y aporta perspectivas nuevas. Además, refuerza la idea de que la juventud puede contribuir a mejorar políticas públicas que influyen directamente en la vida diaria.
Jóvenes opinan sobre reglas que afectan la vida diaria en colonias y escuelas
Estas propuestas se conectan con situaciones reales: convivencia vecinal, espacios públicos, orden y respeto. Al involucrarse, los universitarios fortalecen el diálogo entre ciudadanía, academia e instituciones locales.






