Por Catherine Prati Rousselet*
Hace cincuenta años, el 7 de agosto de 1974, el (todavía) funambulista Philippe Petit, recorrió ocho veces, un camino de 42 metros, en un cable tendido a 1350 pies de altura (411 metros) entre las (hoy) desaparecidas Torres Gemelas. No podía imaginar que, veintisiete años después, con