En Nuevo Laredo existe una instalación que casi nadie ve, pero de la que depende si el Río Bravo recibe agua tratada o drenaje casi crudo: La Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales (PITAR).
Vecinos y autoridades ya la conocen como el “filtro gigante” de la ciudad, porque su trabajo es exactamente ese: tomar el agua sucia que sale del drenaje, limpiarla y regresarla al río en mejores condiciones.
Hoy la planta está en plena rehabilitación y ampliación, con inversión binacional y estatal, y forma parte de un paquete de obras que va de 2025 a 2027 para mejorar cómo Nuevo Laredo usa y limpia el agua.

1. Qué es la PITAR y por qué le dicen “filtro gigante”
La PITAR es una planta construida para:
- Recibir el drenaje que llega por los grandes colectores de la ciudad.
- Quitarle la basura y la mugre gruesa (plásticos, trapos, arena).
- Degradar la materia orgánica (lo que hace que el agua huela mal y tenga alta carga de contaminación).
- Desinfectar el agua antes de devolverla al Río Bravo o destinarla a usos no potables.
No es una fábrica ni un edificio de oficinas: es infraestructura pesada, tan necesaria como las vialidades o los puentes. Sin ella, el drenaje de Nuevo Laredo termina prácticamente directo en el río.

2. Paso a paso: Qué le hace la PITAR al agua sucia
Para entender el valor del “filtro gigante”, ayuda ver el recorrido del agua:
2.1 Llega el drenaje por los colectores
Todo empieza en tu casa, tu negocio o tu escuela:
- Lo que tiras por el inodoro, la regadera y el fregadero entra a la red de drenaje.
- Esa red lleva el agua sucia a colectores grandes (como el Ribereño y el Donato Guerra), que son las “avenidas” del drenaje.
- De ahí, el flujo se dirige hacia la PITAR y otras plantas como Oradel y Norponiente.
Si los colectores están viejos o rotos, el drenaje se fuga antes de llegar a la planta. Por eso parte del proyecto actual es rehabilitar tuberías y conexiones domiciliarias.
2.2 Pretratamiento: quitar lo más grueso
Al entrar a la PITAR, el agua pasa por:
- Rejillas y cribas que atrapan botellas, trapos, plásticos y basura sólida.
- Desarenadores, que quitan arena y piedra fina para que no dañen bombas y equipos.
Aquí el agua sigue sucia, pero ya sin “cascajo” que pueda tronar la planta.
2.3 Tratamiento biológico: Las bacterias hacen el trabajo sucio
Luego viene la parte clave del “filtro gigante”:
- El agua entra en tanques aireados llenos de microorganismos que se “comen” la materia orgánica.
- El aire que se inyecta ayuda a que estas bacterias trabajen mejor y más rápido.
- Esa mezcla de agua + bacterias va transformando la mugre en lodo biológico y agua mucho más limpia.
Es como tener millones de “limpiadores invisibles” trabajando 24/7.
2.4 Clarificación: Separar el lodo del agua
Después del tratamiento biológico:
- El agua pasa a tanques de sedimentación, donde el lodo se va al fondo y el agua queda más clara arriba.
- El lodo se retira y se maneja aparte; una parte vuelve al proceso para mantener activa la población de bacterias, otra se dispone de manera controlada.
Aquí el agua ya se ve clara, pero todavía falta el último paso.
2.5 Desinfección y descarga
Antes de salir de la planta:
- El agua se desinfecta (por ejemplo, con cloro u otra tecnología) para reducir aún más los microorganismos dañinos.
- Una vez tratada, se devuelve al Río Bravo o se usa para riego u otros usos no potables, según la infraestructura disponible.
El resultado: el río recibe agua tratada, no drenaje crudo.

3. Qué se está modernizando y por qué ahora
La planta PITAR tiene años operando, pero:
- Su capacidad original ya no era suficiente para la cantidad de drenaje que genera la ciudad.
- Parte de la infraestructura estaba deteriorada, y había fugas y descargas sin tratar.
- Del lado binacional, había presión para reducir la contaminación del Río Bravo, que afecta a comunidades en México y Estados Unidos.
Por eso se armó un paquete de inversión que incluye:
- Rehabilitación y ampliación de la PITAR para que pueda tratar mucho más flujo de agua residual.
- Modernización de colectores principales (como el Ribereño y el Donato Guerra).
- Rehabilitación de decenas de miles de conexiones domiciliarias, para que el drenaje sí llegue a la planta y no se quede en fugas o zanjas.
Todo esto se está ejecutando con recursos federales, estatales, municipales y fondos binacionales, en una bolsa multianual que se proyecta de 2025 a 2027.

4. Beneficios directos para las y los habitantes
4.1 Menos drenaje en el Río Bravo
Cuando el “filtro gigante” opere a plena capacidad, el objetivo es:
- Tratar prácticamente todo el drenaje de la ciudad antes de descargar al río.
- Reducir al mínimo las descargas sin tratar por fallas, fugas o saturación.
¿Qué gana la gente con eso?
- Un Río Bravo menos contaminado, con menos espuma, menos olor y menor carga de bacterias.
- Menos conflictos binacionales por contaminación, lo que también impacta la imagen y el desarrollo de la ciudad.
4.2 Mejor salud en las colonias
Con tuberías viejas y plantas rebasadas por el volumen, es más fácil que aparezcan:
- Encharcamientos de agua negra en calles y banquetas.
- Olores fuertes a drenaje cerca de ciertas zonas.
- Mayor exposición a gérmenes que causan enfermedades intestinales y de piel.
Con el sistema rehabilitado:
- Bajan los puntos donde “brota” el drenaje.
- Hay menos contacto de la población con aguas residuales sin tratar.
- Mejora el entorno en colonias cercanas al río y a colectores antiguos.
4.3 Más agua tratada para reuso
Una planta moderna no solo cuida al río, también permite:
- Reutilizar agua tratada para riego de parques, camellones o incluso procesos industriales.
- Reducir el uso de agua potable para tareas que no lo requieren.
En una frontera que sufre de sequía de manera recurrente, cada litro que se reutiliza es un litro que no se tiene que extraer de fuentes nuevas.
4.4 Menos fugas, menos colapsos
El proyecto no se queda en la planta:
- Al cambiar colectores y conexiones, se refuerza toda la red que lleva el drenaje.
- Disminuyen las posibilidades de colapsos, fugas y regresos de drenaje en casas y negocios.
Es decir, no solo se limpia mejor el agua al final del trayecto, también se corrigen muchos puntos conflictivos en el camino.
5. ¿Cuándo se notará el cambio?
El calendario general luce así:
- Obras en marcha: la rehabilitación de la PITAR y los trabajos en colectores ya están en ejecución.
- Horizonte 2025–2027: ese es el periodo que se ha marcado para completar las inversiones grandes en agua y saneamiento en Tamaulipas, incluyendo Nuevo Laredo.
- Efectos graduales:
- Primero se notan menos fugas, menos brotes de drenaje y reparaciones en la red.
- Después, al entrar la planta en operación plena, se ve un cambio importante en la calidad del agua que llega al río y en la estabilidad del sistema de drenaje.
No es de la noche a la mañana, pero sí es un cambio de fondo: pasar de una ciudad que tira buena parte de su drenaje al Bravo a una que lo trata casi todo antes de regresarlo al río.
6. En resumen: Qué significa el “filtro gigante” para Nuevo Laredo
La rehabilitación de la PITAR, ese “filtro gigante” que casi nadie visita pero del que todos dependen, significa:
- Menos drenaje en el Río Bravo.
- Menos olores y menos exposición a aguas negras en las colonias.
- Más agua tratada disponible para reuso.
- Una ciudad que se empieza a tomar en serio el manejo del agua que usa.
En pocas palabras: es arreglar la plomería invisible de Nuevo Laredo para que la vida diaria sea más saludable y el río deje de pagar la factura del drenaje.







