La autopista Monterrey–Nuevo Laredo fue escenario de una tragedia que ha sacudido al gremio transportista y a decenas de familias que transitan esa vía a diario. En el kilómetro 50, en el tramo correspondiente al municipio de Ciénega de Flores, se registró un choque frontal que terminó en incendio y cobró la vida de un operador de tráiler que no logró salir de su unidad.
El conductor fallecido fue identificado como Mayelo, originario de Allende, Nuevo León, quien laboraba para la empresa Transportes San Javier. Según los reportes preliminares, tras el impacto, la cabina del tráiler se incendió de inmediato, dejándolo atrapado sin oportunidad de escapar. Las llamas consumieron por completo la unidad.
El accidente provocó un cierre temporal de la autopista, afectando gravemente el flujo vehicular entre Monterrey y Nuevo Laredo, una vía fundamental para el comercio, los traslados laborales y el tránsito internacional. Muchos residentes de Nuevo Laredo que dependen de esta carretera para conectar con la capital regiomontana vieron interrumpidos sus planes y jornadas laborales.
Equipos de emergencia y peritos se desplazaron al sitio, incluso en zonas cercanas a Salinas Victoria, para realizar las diligencias correspondientes. Las autoridades locales aún investigan las causas del accidente, aunque se presume que uno de los vehículos habría invadido el carril contrario.
Mayelo era reconocido por su profesionalismo al volante, con muchos años de experiencia en rutas largas y una reputación sólida entre sus compañeros. Su pérdida ha dejado un profundo vacío entre familiares, amigos y colegas, que lo describen como un hombre comprometido, responsable y orgulloso de su oficio.
Este hecho reabre la conversación sobre la seguridad en las carreteras de alta demanda y sobre las duras condiciones en las que operan miles de conductores de carga que diariamente cruzan estados y fronteras para mover la economía del país.