Cada gota cuenta… literalmente. Mientras Estados Unidos insiste en que México cumpla con el Tratado Internacional de Aguas de 1944, los niveles alarmantemente bajos de la Presa Falcón ponen en jaque a más de un millón de habitantes y a 280 mil hectáreas agrícolas del norte de Tamaulipas.
Con apenas 13% de su capacidad total, la presa —una de las más importantes del sistema del Río Bravo— atraviesa una de sus peores crisis en más de una década. Y lo más preocupante: sólo se llena cuando hay lluvias torrenciales en zonas clave como Nuevo Laredo y Ciudad Guerrero. Es decir, si no llueve aquí, allá tampoco se llena.
Hace unas semanas, una fuerte tormenta en Reynosa dio un respiro a los sembradíos, pero fue lluvia en el lugar equivocado. Los productores señalan que, para que la Presa Falcón reciba una verdadera recarga, esas precipitaciones deben caer en el corredor de Nuevo Laredo hacia el norte, donde están las partes altas del afluente que alimentan directamente al embalse.
🏞️ ¿Qué está en riesgo?
- Agricultura: Maíz, sorgo y algodón están entre los cultivos más afectados. También hay impacto en la producción de frutas como sandía, melón y cítricos.
- Abasto humano: La presión sobre la presa no sólo pone en peligro los cultivos, sino también el agua para ciudades como Reynosa, Río Bravo, Camargo y Díaz Ordaz.
- Presión internacional: Estados Unidos ya amenazó con nuevos aranceles si México no cumple con la entrega de agua, lo que podría tener un impacto económico directo en la frontera.
💡 ¿Sabías qué?
- La presa actualmente almacena solo 3,600 millones de metros cúbicos de agua.
- Los distritos de riego 025 y 026 dependen de ella para mantener vivas sus tierras.
- Cada año se necesitan lluvias extraordinarias para evitar que la situación se agrave… pero esas lluvias deben caer en el lugar correcto: Nuevo Laredo y alrededores.
