Nuevo Laredo logró una histórica reducción en su percepción de inseguridad y se posicionó entre los diez municipios con mejor evaluación ciudadana del país, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI.
Durante el tercer trimestre de 2025, la ciudad registró una percepción de inseguridad del 38.4%, cifra que representa una disminución del 11.8% respecto al año anterior. Con ello, se ubica al nivel de urbes como San Pedro Garza García, Saltillo, Puerto Vallarta y Mérida, reconocidas por su estabilidad social y calidad de vida.
Este avance consolida a Nuevo Laredo como un referente nacional en materia de seguridad pública y bienestar ciudadano, tras años en los que figuró entre los municipios con mayores desafíos en este rubro.
El contraste con otras localidades tamaulipecas es evidente: Reynosa aparece en el lugar 80 del ranking nacional, mientras que Ciudad Victoria ocupa la posición 36, con un incremento en su percepción de inseguridad del 22.6% al 27.5%.
Autoridades locales atribuyen este cambio a una estrategia integral basada en la coordinación institucional, la proximidad social y la recuperación de espacios públicos, factores que han fortalecido la confianza de la población en su entorno.
La alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal destacó que estos resultados reflejan el compromiso de su administración con las familias neolaredenses:
“Hemos trabajado incansablemente para que la ciudadanía viva con tranquilidad, con calles iluminadas, parques rehabilitados y una policía más cercana”, expresó.
Programas como “Nuevo Laredo se prende”, con la modernización de más de 30 mil luminarias LED, han contribuido a mejorar la seguridad urbana y la percepción social, además de fortalecer la convivencia en colonias y espacios públicos.
El fortalecimiento de los servicios públicos, la inversión en infraestructura y la reactivación de actividades culturales y deportivas también han sido determinantes en la recuperación de la vida comunitaria.
Hoy, las calles de Nuevo Laredo reflejan un nuevo dinamismo: más familias disfrutan los espacios abiertos, los comercios extienden sus horarios y la confianza ciudadana se percibe en la vida diaria.
Con estos resultados, Nuevo Laredo se consolida como un ejemplo nacional de transformación urbana y gestión municipal, demostrando que la seguridad puede lograrse mediante la coordinación entre gobierno, sociedad y corporaciones de emergencia.











