En medio de una creciente presión por la falta de atención oportuna, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) asignó 30 nuevos médicos a Nuevo Laredo tras el proceso nacional de contratación llevado a cabo en marzo de 2025, también conocido como Draft IMSS.
Aunque esta asignación representa un paso en la dirección correcta, la realidad es que no alcanza para atender adecuadamente a los miles de derechohabientes que dependen del sistema de salud pública en esta frontera. La saturación en consultas, falta de especialistas y citas diferidas siguen siendo parte del día a día en las clínicas y hospitales de la ciudad.
De los 280 médicos contratados para Tamaulipas, solo una fracción fue designada a hospitales locales como el Hospital General de Zona No. 11, y a algunas Unidades de Medicina Familiar, donde la escasez de internistas, ginecólogos, pediatras y cirujanos sigue siendo evidente.
El problema es estructural. Según el propio sindicato del IMSS, cada año se requieren entre 15 mil y 20 mil especialistas a nivel nacional, pero solo se reclutan alrededor de 6 mil, lo que genera cuellos de botella, largas listas de espera y un desgaste en el personal médico ya activo.
Incluso con los nuevos ingresos, en Nuevo Laredo apenas se cuenta con un internista para valorar decenas de pacientes hospitalizados y atender consulta externa, lo que retrasa significativamente los diagnósticos y tratamientos.
La llegada de los médicos se concretó en la primera quincena de abril, y aunque los ciudadanos valoran el esfuerzo, la expectativa sigue siendo que el IMSS haga más: más plazas, más recursos y más infraestructura para enfrentar una demanda que no deja de crecer.