Durante febrero de 2025, la cantidad de mexicanos deportados desde Estados Unidos registró una disminución significativa del 38% en comparación con enero, según datos de la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Secretaría de Gobernación.
En cifras, 8,872 connacionales fueron repatriados en febrero, frente a los 14,319 del mes anterior. Esta tendencia también se reflejó en los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que reportó una caída del 63% en detenciones de mexicanos en la frontera sur: de 19,676 arrestos en enero a solo 7,233 en febrero.
En comparación con febrero de 2024, la caída es aún más marcada, con un 43.8% menos de deportaciones.
Uno de los focos más relevantes para esta dinámica es Tamaulipas, y en especial los cruces fronterizos de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa, que concentraron el 35.6% del total de repatriaciones. Esto confirma el papel clave de la frontera entre Tamaulipas y Texas en el flujo migratorio y en las acciones de retorno.
Además, más de 3,200 mexicanos fueron devueltos vía aérea, con vuelos que aterrizaron principalmente en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Villahermosa y Tapachula, lo que demuestra la diversificación en las rutas de repatriación.
Este comportamiento migratorio ocurre en un contexto de mayor control fronterizo impulsado por las políticas del gobierno estadounidense, que ha fortalecido la vigilancia en la línea divisoria mediante el trabajo coordinado entre el Departamento de Seguridad Nacional y el Comando Norte del Ejército.
Pese a la disminución en deportaciones, Laredo y Nuevo Laredo siguen siendo puntos neurálgicos para el tránsito de personas entre México y Estados Unidos, lo que implica una vigilancia constante de los movimientos migratorios y de las políticas binacionales.