Un moderno autoclave de origen español, diseñado para reforzar los procesos de esterilización en hospitales del IMSS, tenía como destino inicial el Hospital General de Zona #11 en Nuevo Laredo. Sin embargo, por la falta de infraestructura adecuada, el equipo fue redirigido a otra ciudad, dejando una vez más en evidencia las carencias del sistema de salud local.
El sofisticado equipo —uno de los pocos de su tipo en todo el estado— no pudo ser instalado en el nosocomio neolaredense debido al peso del autoclave y la ubicación del área de esterilización en un piso superior. Esta situación no solo refleja una falta de previsión, sino también una infraestructura rezagada que limita el acceso a tecnología médica moderna.

Ante esta imposibilidad, la delegación estatal del IMSS optó por reasignar el equipo a la unidad del HGZ #3 en El Mante, que rápidamente gestionó su traslado con apoyo del sector privado. El empresario Luis Gerardo Montes Vega facilitó el envío del equipo con una inversión mínima —menos de $25,000 pesos— cubriendo únicamente el combustible y viáticos del operador de la unidad.
Ahora, mientras en El Mante ya se preparan para ponerlo en operación y mejorar la esterilización de ropa quirúrgica y otros insumos hospitalarios, los pacientes y el personal médico de Nuevo Laredo seguirán operando sin esta importante herramienta, a pesar de que había sido asignada originalmente para esta ciudad.

Esta situación plantea una interrogante urgente: ¿cuántas veces más Nuevo Laredo seguirá quedando fuera por falta de condiciones adecuadas en su infraestructura médica?