El nuevo tren de pasajeros que conectará el corredor Saltillo–Monterrey–Nuevo Laredo no solo busca mejorar la movilidad regional, sino también proyectar una identidad visual profundamente ligada a la historia y cultura de México, con especial énfasis en referentes simbólicos reconocidos a nivel nacional.
La empresa Alstom informó que el diseño de los llamados Trenes del Norte estará inspirado en el Códice Boturini, un manuscrito histórico fundamental que documenta el origen y la migración del pueblo mexica, y que servirá como base conceptual para la imagen exterior de los trenes que llegarán hasta Nuevo Laredo.
Este enfoque busca que el tren que tendrá como terminal a Nuevo Laredo no sea solo un medio de transporte moderno, sino también un elemento representativo del patrimonio cultural mexicano integrado a un proyecto de infraestructura contemporánea.
El Códice Boturini como eje del diseño ferroviario
El Códice Boturini, también conocido como la Tira de la Peregrinación, es uno de los documentos más emblemáticos de la historia prehispánica de México y fue tomado como referencia central para el diseño visual de los Trenes del Norte.
Recuadro explicativo: ¿Qué es el Códice Boturini?
El Códice Boturini es un manuscrito pictográfico de origen prehispánico que narra la migración del pueblo mexica desde Aztlán hasta la fundación de Tenochtitlan.
El documento está elaborado en papel amate y se distingue por su formato continuo, sin divisiones de página tradicionales, lo que permite representar el viaje como una sola secuencia visual. A través de símbolos, glifos y escenas, el códice relata desplazamientos, paradas y acontecimientos colectivos a lo largo del trayecto.
Su nombre proviene del historiador italiano Lorenzo Boturini, quien lo resguardó en el siglo XVIII. Actualmente es considerado una de las fuentes históricas más importantes para comprender el origen, la identidad y el sentido de recorrido del pueblo mexica.
Por su narrativa visual basada en el viaje, el movimiento y el territorio, el Códice Boturini fue tomado como referencia conceptual para el diseño de los Trenes del Norte.
Colores y formas inspirados en la narrativa del códice
A partir del Códice Boturini, el diseño del tren incorpora una paleta cromática que remite directamente a la tierra y al trayecto histórico que representa el manuscrito.
Paleta cromática con identidad cultural
El esquema de colores incluye:
- Tonos ocres terrosos
- Cafés cálidos
- Matices rosados
Estos colores evocan la riqueza del territorio y refuerzan la conexión simbólica entre el tren, el recorrido ferroviario del norte del país y su llegada a Nuevo Laredo.
El frente del tren como símbolo de fuerza y movimiento
El frente del tren complementa la inspiración histórica con un símbolo de fuerza regional: el puma, cuya mirada intensa influyó en las líneas aerodinámicas del diseño.
Las tres luces horizontales del tren evocan los bigotes del felino y funcionan como una firma visual distintiva, transmitiendo dinamismo, velocidad y continuidad, conceptos presentes tanto en la narrativa del Códice Boturini como en el nuevo sistema ferroviario.
Identidad visual del tren de larga distancia hacia Nuevo Laredo
En su versión de larga distancia, el tren que operará el corredor Saltillo–Nuevo Laredo incorpora una franja negra continua que se extiende desde el frente a lo largo del techo, reforzando la sensación de movimiento permanente.
Esta franja se complementa con:
- Una banda verde inspirada en el Códice Boturini
- Puertas en tonos tierra, que facilitan una lectura visual intuitiva
- Acabados iridiscentes, que reflejan la luz y el entorno, aportando una presencia moderna y sofisticada
Continuidad cultural en todo el sistema ferroviario
Aunque el corredor Saltillo–Nuevo Laredo será atendido por trenes de larga distancia, el diseño de las unidades de corta distancia mantiene los mismos códigos visuales, con el objetivo de consolidar una identidad única para los Trenes del Norte.
Las ventanas integradas en una superficie negra continua proyectan modernidad y seguridad, mientras que la firma luminosa frontal refuerza la conexión entre historia, territorio y tecnología ferroviaria.
