La ruta migratoria entre Nuevo Laredo y Laredo, Texas, volvió a mostrar su lado más crudo. Un video difundido por la Patrulla Fronteriza del Sector Laredo exhibe el momento en que dos personas migrantes cruzan de regreso hacia el lado mexicano del río Bravo y abandonan a un niño de apenas 2 años en la orilla estadounidense, a la altura de esta región fronteriza.
La escena, captada entre la maleza que bordea el río, refleja el riesgo al que se exponen familias y menores cuando ponen su vida en manos de traficantes de personas, conocidos como polleros, que suelen priorizar su fuga antes que la seguridad de quienes los acompañan.
El momento captado por la Patrulla Fronteriza
De acuerdo con el comunicado del Sector Laredo, las cámaras registraron cómo los dos adultos, al detectar la presencia de agentes estadounidenses, deciden regresar apresuradamente hacia Nuevo Laredo a través del río Bravo. En su huida, dejan solo al pequeño sobre la ribera norte, sin intentar auxiliarlo o regresarlo con ellos.
En el video —difundido con los rostros difuminados— se observa a los polleros internarse entre la hierba alta y luego alejarse por el cauce, mientras el menor permanece inmóvil y desorientado entre la vegetación de la orilla.
Rescate del menor y llamado de las autoridades
La Border Patrol informó que la rápida reacción de sus agentes permitió localizar al niño y ponerlo a salvo. El menor fue atendido y quedó bajo resguardo de las autoridades estadounidenses, lejos del peligro que representa la corriente del río y la soledad en una zona inhóspita.
Las autoridades subrayaron que este caso evidencia cómo los traficantes tratan a las personas —y en especial a las niñas y niños— como “desechables”, únicamente preocupados por salvarse ellos mismos.
“Smuggling” y niñez migrante: La parte más vulnerable
El comunicado califica el hecho como un ejemplo extremo de la crueldad de las redes de tráfico de personas. Señala que estas operaciones de polleros que abandonan a un niño en el río Bravo ponen en riesgo la vida de los más vulnerables, exponiéndolos a ahogamientos, lesiones y situaciones traumáticas.
En los últimos años, organizaciones civiles de ambos lados de la frontera han advertido del aumento de casos en los que niñas, niños y adolescentes migrantes son utilizados como “boleto de entrada” o simplemente dejados atrás cuando la situación se complica, tanto en el desierto como a la orilla del río.
Nuevo Laredo en la ruta del riesgo
Para Nuevo Laredo, estas imágenes son un recordatorio de que la ciudad se ubica en uno de los puntos más transitados y peligrosos de la frontera. Muchas familias migrantes cruzan por esta región confiando en promesas de paso “seguro” hacia Estados Unidos, sin saber que, en realidad, dependen de decisiones improvisadas de los traficantes.
Llamado a no confiar en los polleros
Las autoridades estadounidenses insistieron en que cruzar con traficantes por el río Bravo nunca es una opción segura y que los casos como el de este niño abandonado en la orilla del río Bravo no son aislados. Pidieron a la población evitar contratar servicios de smuggling y, en su lugar, informarse sobre vías legales de migración.
También reiteraron que continuarán investigando y persiguiendo a las redes de tráfico de personas que operan a lo largo de la frontera, para llevarlas ante la justicia y prevenir nuevas tragedias.
