Una reciente orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump ha generado inquietud entre operadores de carga y empresas transportistas de la región fronteriza. La nueva medida establece que todos los choferes de camiones comerciales deberán demostrar dominio del idioma inglés, condición que, de no cumplirse, puede llevar a que sean retirados de circulación por agentes del Departamento de Transporte de EE.UU.
¿Qué establece esta orden?
La disposición faculta a las autoridades federales para que detengan y saquen de servicio a aquellos conductores que no puedan comunicarse en inglés de forma efectiva, especialmente durante inspecciones, paradas o situaciones de emergencia en carretera.
Esto aplica a choferes que crucen por múltiples estados, como los que viajan regularmente desde Laredo, Texas hacia el norte del país, afectando de manera directa a operadores de la frontera México–Estados Unidos, muchos de los cuales se comunican principalmente en español.
Impacto en Laredo y Nuevo Laredo
La región de los Dos Laredos es una de las más activas en cuanto a tránsito de carga internacional. Esta orden puede tener repercusiones como:
- Reducción de operadores disponibles por no cumplir con la exigencia del idioma
- Aumentos en los tiempos de entrega por detenciones preventivas
- Riesgo de paralización de rutas si los oficiales consideran que el nivel de inglés no es suficiente
- Tensión entre autoridades y empresas de transporte transfronterizo
Empresas con sede en ambos lados de la frontera podrían enfrentar reajustes logísticos y mayores costos por capacitación o sustitución de personal.
¿Qué deben hacer los conductores y empresas?
- Invertir en capacitación básica de inglés para operadores transfronterizos
- Establecer estándares internos de comunicación mínima aceptada
- Buscar certificaciones o cursos rápidos que refuercen habilidades del idioma
- Documentar todo lo posible las competencias del conductor para evitar sanciones subjetivas
Aunque la orden busca mejorar la seguridad vial y la comunicación efectiva, muchos señalan que su implementación podría ser ambigua o interpretativa, dependiendo del criterio de cada oficial en carretera.