
En su última conferencia de prensa como jefe de la Patrulla Fronteriza del Sector Laredo, el agente en jefe Jesse D. Muñoz anunció que, en los próximos meses, comenzará la construcción de los primeros elementos del llamado “Smart Wall” o muro inteligente a lo largo del Río Bravo.
El plan representa un giro hacia un modelo de seguridad fronteriza “en capas”: No solo muro, ni solo tecnología, sino una combinación de barreras físicas, equipo de vigilancia, comunicación en tiempo real y carreteras de acceso que permitan a los agentes llegar más rápido a los puntos de cruce.

Para las comunidades de Laredo y Nuevo Laredo, esto significa que el debate ya no es si habrá muro o no, sino qué tipo de muro, con qué tecnología y cómo afectará a parques, zonas habitacionales y accesos al río. Organizaciones ambientales como el Rio Grande International Study Center (RGISC) han advertido que la ampliación del muro podría alterar de forma permanente la vida cotidiana a la orilla del río.

¿Qué es el “Smart Wall” que llegará al Sector Laredo?
Muñoz explicó que el Smart Wall será una mezcla de:
- Muro de acero tipo bolardo, de hasta 30 pies de altura en algunos tramos, diseñado para frenar el cruce de vehículos y personas.
- Cámaras de vigilancia de alta resolución instaladas a intervalos regulares, algunas con visión térmica e infrarroja para detectar movimiento en la oscuridad.
- Sensores y radares en tierra que detectan vibraciones y pasos cerca del muro o en zonas abiertas, conectados a sistemas de alerta en tiempo real.
- Iluminación y torres de vigilancia, similares a las ya desplegadas en otros sectores, integradas a una red de monitoreo permanente.
- Tecnología de drones y contra-drones, para identificar aeronaves no tripuladas usadas por traficantes y, al mismo tiempo, para que la Patrulla Fronteriza vigile desde el aire zonas difíciles de acceder.
- En ciertos puntos de Texas, el sistema también contempla barreras flotantes en el río, caminos de terracería, iluminación extra y monitoreo de túneles como parte del paquete nacional de Smart Wall.
Muñoz recalcó que la discusión “muro o tecnología” es una falsa elección:
“Lo que viene es muro y tecnología al mismo tiempo”, dijo durante la sesión informativa.

Carreteras de acceso: La otra cara del muro inteligente
Además de las barreras y sensores, el proyecto incluye nuevas carreteras de acceso a lo largo de la ribera. Muchas áreas siguen siendo de difícil entrada para las unidades, lo que retrasa el tiempo de respuesta ante un cruce ilegal o un rescate humanitario.
Con estos caminos, la Patrulla Fronteriza pretende:
- Reducir los minutos de llegada a puntos remotos.
- Facilitar el traslado de ambulancias o equipos de rescate cuando haya personas en riesgo.
- Permitir que el patrullaje sea más constante, no solo por brechas improvisadas.
Muñoz aseguró que “no se trata solo de levantar un muro y ya”, sino de dotar de recursos y movilidad a los agentes que han trabajado durante años con limitaciones de equipo.

Cuatro fases, contratos millonarios y tiempos “flexibles”
El Muro Inteligente en Laredo se desplegará en cuatro fases. Los dos primeros contratos de construcción están por ser adjudicados, como parte de un paquete nacional de 230 millas de nuevos segmentos y modernización tecnológica valuado en 4,500 millones de dólares.
Aunque no hay fechas exactas para el inicio de obra en la ribera de Laredo, Muñoz adelantó que los tiempos serán “flexibles”, en parte por la experiencia previa:
“Todos vimos lo que pasó cuando se detuvo la construcción antes; la lección fue: hay que moverse más rápido por si vuelve a suceder”, comentó, aludiendo al cambio de administración federal que frenó proyectos anteriores.

Parques, colonias y acceso al río: El debate que sigue abierto
Mientras el gobierno federal acelera contratos, Laredo sigue discutiendo qué significa el Smart Wall para su línea de río. Grupos como RGISC y residentes de colonias ribereñas temen que las nuevas barreras:
- Bloqueen el acceso a parques y áreas de recreo.
- Afecten proyectos de restauración ecológica del Río Bravo.
- Generen expropiaciones o divisiones en propiedades privadas junto al cauce.
Muñoz dijo que su oficina intenta tender puentes con la comunidad: mantiene reuniones semanales con el alcalde, Dr. Victor Treviño, y gestiona encuentros entre autoridades federales y organizaciones locales para que “la gente tenga voz” sobre dónde y cómo se colocarán los distintos tramos del Smart Wall.

Menos cruces y menos muertes: El otro dato que mostró Muñoz
En la misma conferencia, el jefe del Sector Laredo afirmó que 2025 podría cerrar como uno de los mejores años en materia de seguridad fronteriza para la región, con:
- Encuentros de migrantes a la baja,
- menos muertes en la frontera,
- y menos casos de niñas y niños expuestos a situaciones extremas.
Atribuyó estos resultados tanto a operativos de aplicación de la ley como a una expansión previa de tecnología de detección —torres autónomas, cámaras térmicas y radares— que dan a los agentes una visión más clara de lo que ocurre a lo largo del río.

El Smart Wall, dijo, busca mantener esas mejoras y apoyar las operaciones diarias, pero también reforzar el lado humanitario de la misión:
“Como ser humano y alguien que se preocupa por las personas, es positivo que ya no tengamos tantas cosas malas pasándole a la gente”, afirmó.






