La muerte de Brianna Aguilera, estudiante de 19 años de Texas A&M University y originaria de Laredo, Texas, continúa generando conmoción tanto en su ciudad natal como en Austin. La joven cayó desde el piso 17 de un complejo de apartamentos cercano al campus de la Universidad de Texas, después de asistir a actividades relacionadas con un partido de futbol americano universitario. Mientras el Departamento de Policía de Austin (APD) sostiene públicamente que se trató de un suicidio, los padres de la estudiante, Stephanie Rodríguez y Manuel Aguilar, rechazan por completo esa conclusión y han contratado a los despachos Buzbee Law Firm y Gamez Law Firm para revisar el caso, solicitar una nueva investigación y “limpiar la memoria” de su hija. La familia insiste en que el caso Brianna Aguilera sigue abierto en la opinión pública y en la comunidad de Laredo, donde se han organizado vigilias y servicios religiosos en su honor.
“No fue suicidio”: La inconformidad de la familia y la intervención de Tony Buzbee
Desde el primer momento, Stephanie Rodríguez ha sostenido que su hija no se quitó la vida. En redes sociales y entrevistas, la madre ha calificado de “una locura” etiquetar el hecho como suicidio, asegurando que Brianna no se lanzaría desde un edificio de 17 pisos. Ante la insistencia de la policía de Austin en sostener la versión de suicidio, la familia decidió recurrir a apoyo legal. El abogado Tony Buzbee, conocido litigante de Houston, anunció que representa a los padres de la joven junto con el despacho Gamez Law Firm. En conferencia de prensa, Buzbee acusó al APD de realizar una investigación “incompetente” y de haber llegado demasiado rápido a la conclusión de suicidio sin esperar el resultado final de la autopsia, toxicología ni del kit de agresión sexual.
“Fuimos contratados por estos padres que amaban a su hija para encontrar la verdad de lo que le ocurrió”, señaló Buzbee, al pedir que el caso sea revisado nuevamente y solicitar que el gobernador Greg Abbott ordene a los Texas Rangers realizar una investigación independiente.
El caso Brianna Aguilera, subraya el abogado, requiere una revisión profunda de evidencias, entrevistas a testigos que aún no han sido escuchados y un análisis independiente de todo el expediente.

Lo que sostiene la policía de Austin sobre la muerte de Brianna Aguilera
En una conferencia separada, la jefa de la Policía de Austin, Lisa Davis, defendió el trabajo de sus detectives y aseguró que en el expediente abundan indicios que apuntan a un suicidio. De acuerdo con el APD, en el teléfono de la joven se localizó una nota digital borrada, fechada el 25 de noviembre, que los investigadores han descrito como una “nota de suicidio”. Asimismo, reportaron mensajes de texto con contenido suicida enviados a amistades la misma noche de su muerte.
El detective Robert Marshall, responsable principal de la indagatoria, presentó una línea de tiempo en la que detalla que:
- Más temprano, durante una fiesta antes del partido en el Austin Rugby Club, Brianna habría sido retirada del lugar por estar muy intoxicada y haber tenido un altercado.
- Posteriormente, llegó al complejo 21 Rio Apartments y subió a un apartamento del piso 17, donde había un grupo de jóvenes reunidos.
- Cerca de las 12:43 a. m., la estudiante habría tomado el teléfono de una amiga para hacer una llamada de un minuto a su novio —que no se encontraba en Austin—, durante la cual testigos escucharon una discusión.
- Poco después de esa llamada, la joven pasó por encima del barandal del balcón y cayó al vacío.
El APD sostiene que no encontró indicios de intervención de terceros ni evidencias de un hecho criminal en la muerte de la estudiante.

Las dudas de la familia: Barandal, teléfono y testigos
La familia Aguilera discrepa con varios puntos clave de la versión oficial. Buzbee argumenta que el barandal del balcón es demasiado alto para que Brianna, de alrededor de 1.57 metros (5’2”), hubiera podido pasar por encima sin subirse primero a algún mueble; sin embargo, la policía no reportó la presencia de sillas u otros objetos en el balcón que permitieran esa maniobra. La madre también ha señalado inconsistencias alrededor del teléfono celular de su hija. De acuerdo con la información oficial, Brianna habría perdido su propio teléfono en el tailgate y luego usó el de una amiga para llamar a su novio. Posteriormente, el aparato fue localizado por la policía junto con otros objetos en una zona de matorrales cercana al club de rugby. Para la familia, el hecho de que el dispositivo apareciera en un área boscosa alimenta la sospecha de que pudo haber sido arrojado. Además, Rodríguez ha declarado públicamente que varios jóvenes que estuvieron en el apartamento la noche de la tragedia han guardado silencio y que la persona que rentaba el departamento habría desocupado el lugar repentinamente, lo que ella interpreta como un posible intento de encubrimiento.

Un año de relación, fotos felices y una vida en proyecto
Previo a la tragedia, el caso Brianna Aguilera era el de una joven universitaria con planes claros: estudiaba Ciencias Políticas y Justicia Penal en Texas A&M, con la meta de convertirse en abogada. Había sido porrista y miembro de la National Honor Society en la United High School de Laredo, y estaba a un año de obtener su Aggie Ring, símbolo del avance académico en la universidad. En redes sociales, la joven compartía imágenes de su relación con su novio, también originario de Laredo, con quien aparecía en fiestas de Halloween, partidos de beisbol de los Yankees y tailgates de Texas A&M. Eran fotos de abrazos, disfraces, flores y momentos cotidianos que hoy la familia describe como testimonio de que no vivía un estado permanente de desesperación, pese a lo que sostiene la investigación oficial.

Laredo se despide de Brianna y exige respuestas
En Laredo, la comunidad se ha volcado en apoyo a la familia. Se organizó una misa en memoria de Brianna Aguilera en la iglesia de St. Patrick’s Catholic Church, seguida de un proceso de cremación y una vigilia pública la noche anterior.

Durante la conferencia de prensa en Houston, Stephanie Rodríguez habló entre lágrimas de su hija, describiéndola como:
“Una persona disciplinada, responsable y cariñosa; una hija amorosa, una hermana mayor protectora y una nieta atenta que hacía sentir a todos queridos y apoyados”.

La madre insiste en que, en los días previos, habló con Brianna de manera cotidiana —el 25, 26, 27 y la mañana del 28— y que no observó señales de que estuviera considerando hacerse daño. Mientras el caso Brianna Aguilera continúa siendo tema de conversación en redes y en medios, la familia centra ahora sus esfuerzos en la ruta legal: que los Texas Rangers y una nueva investigación revisen cada detalle, y que la memoria de la joven no quede asociada de manera definitiva a una versión de suicidio con la que no están de acuerdo.






