En la frontera norte, el nombre de Nuevo Laredo es sinónimo de comercio exterior: por sus puentes cruza cerca de 40 por ciento del intercambio terrestre entre México y Estados Unidos, lo que lo convierte en el principal nodo aduanal del país. Esa fuerza logística ha traído inversiones, empleos y también un reto permanente: puentes saturados, filas de tráileres y la necesidad constante de ampliar la infraestructura.
Mientras Tamaulipas impulsa la ampliación del Puente del Comercio Mundial y nuevos cruces para mantener el liderazgo de tráfico aduanal de Nuevo Laredo, otras entidades del norte ven en esa saturación una oportunidad para competir. Ese es el caso de Coahuila, que apuesta por convertir el corredor Piedras Negras–Eagle Pass en una alternativa sólida para la carga que hoy se concentra en Nuevo Laredo y Reynosa.
Con este objetivo, el gobierno coahuilense y autoridades de Eagle Pass dan pasos firmes en la ampliación del Puente Internacional II y de la llamada Ruta Fiscal, un proyecto que, en palabras del propio gobernador Manolo Jiménez, busca atraer entre 5 y 10 por ciento de lo que actualmente cruza por los puentes de Nuevo Laredo y Reynosa. Esa cifra sería suficiente para detonar un “boom” económico en la franja fronteriza de Coahuila, sin dejar de impactar el tráfico aduanal de Nuevo Laredo, acostumbrado a ser el gigante casi indiscutible del comercio terrestre.
La reunión donde Coahuila se lanzó por el mercado de Nuevo Laredo
En Saltillo, en el Palacio de Gobierno de Coahuila, se llevó a cabo una reunión binacional presidida por el gobernador Manolo Jiménez Salinas y el Mayor de Eagle Pass, Texas, Aarón Valdés. A ellos se sumó Jacobo Rodríguez González, presidente municipal de Piedras Negras, además de funcionarios estatales, municipales y consultores especializados en cruces fronterizos.
El encuentro concluyó con la firma de un acuerdo de buena voluntad entre el gobierno de Coahuila y la ciudad de Eagle Pass para trabajar de manera coordinada en el proyecto de ampliación del Puente Internacional II, conocido del lado estadounidense como Camino Real International Bridge. La obra ya cuenta con autorización federal en Estados Unidos y forma parte de un paquete de infraestructura que incluye la modernización de la carretera US-57, clave para el flujo comercial hacia la frontera.
Un puente binacional con metas altas
Durante la reunión, Manolo Jiménez destacó que la ampliación del Puente II es una pieza central del megaproyecto carretero de la 57, cuyo propósito es abrir “otra frontera comercialmente fuerte” en el norte del país ante la saturación de los cruces tradicionales. Según el gobernador, la meta es captar entre 5 y 10 por ciento del comercio que hoy cruza por Nuevo Laredo y Reynosa, lo que representaría un cambio profundo en el mapa logístico de la región.
El Mayor Aarón Valdés subrayó que para Eagle Pass la ampliación del puente es la prioridad número uno en materia de infraestructura, y afirmó que la ciudad está lista para avanzar con los trámites y obras que le corresponden del lado estadounidense, incluyendo el diseño ejecutivo y las adecuaciones viales.

¿En qué consiste la ampliación del Puente II Piedras Negras–Eagle Pass?
El proyecto de ampliación del Puente Internacional II contempla duplicar su capacidad: de seis a doce carriles, con el objetivo de agilizar el cruce de transporte de carga y pasajeros, reducir los tiempos de espera y atender la creciente demanda del comercio exterior en la franja Coahuila–Texas.
Del lado estadounidense, el diseño del nuevo puente-torre paralelo ya fue encargado a una firma de ingeniería, mientras que Coahuila trabaja en las obras de acceso y en la modernización de la infraestructura carretera que conecta la frontera con el resto del estado y del país.
Un nuevo corredor sobre la carretera 57
La ampliación del Puente II se enlaza con la modernización de la carretera 57 y diversos libramientos que buscan facilitar el tránsito de mercancías desde el centro y el bajío del país hacia el norte. Según el gobierno estatal, esta red permitiría que más exportadores opten por cruzar por Piedras Negras–Eagle Pass en lugar de formar parte de las largas filas que se registran en Nuevo Laredo y Reynosa.
Ruta Fiscal de Piedras Negras: 600 millones para alimentar el puente
Además del puente, Coahuila anunció la ampliación de la llamada Ruta Fiscal en Piedras Negras, un tramo clave que conecta la carretera federal 2 con las instalaciones aduanales. El secretario de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Movilidad, Miguel Ángel Algara Acosta, explicó que se trata de una obra multianual con una inversión estimada de 600 millones de pesos, diseñada para agilizar el acceso de camiones al cruce internacional y reducir cuellos de botella.
El proyecto incluye adecuaciones en vialidades, manejo de escurrimientos pluviales y coordinación entre dependencias estatales y municipales para garantizar que la nueva infraestructura soporte el incremento de unidades pesadas que se espera una vez que el Puente II opere con doce carriles.
¿Qué significaría “robarse” 10% del tráfico de Nuevo Laredo?
Cuando Manolo Jiménez habla de atraer entre 5 y 10 por ciento de lo que hoy cruza por Nuevo Laredo y Reynosa, se refiere a miles de tráileres que diariamente utilizan los puentes tamaulipecos para llegar a Texas. El propio gobierno federal ha reconocido que el Puente del Comercio Mundial de Nuevo Laredo concentra una parte sustancial del comercio binacional y requiere ampliaciones constantes para seguir operando con eficiencia.
Si Piedras Negras y Eagle Pass logran “robarse” simbólicamente ese 10 por ciento del flujo, el impacto sería doble:
- Por un lado, la economía coahuilense ganaría peso en el mapa de las exportaciones mexicanas, con más parques industriales, servicios logísticos y empleos en transporte, aduanas y comercio.
- Por otro, Nuevo Laredo resentiría una parte del tráfico que históricamente ha consolidado su liderazgo, aunque también podría traducirse en menos saturación y tiempos de espera más competitivos en sus propios puentes.
Para empresas exportadoras, la existencia de corredores alternativos como el de Puente II Piedras Negras Eagle Pass podría significar más opciones para diversificar riesgos, negociar tarifas y optimizar rutas dentro del mismo bloque del T-MEC.
Competencia o complemento para el Puerto Laredo
La ampliación del Puente II y de la Ruta Fiscal se suma a otros proyectos fronterizos en marcha, como los nuevos cruces y ampliaciones en Nuevo Laredo y Matamoros, todos orientados a atender el crecimiento del comercio norteamericano y las nuevas cadenas de suministro derivadas del nearshoring.
En este contexto, la estrategia de Coahuila no necesariamente implica un “golpe” directo contra el liderazgo de Nuevo Laredo, sino una apuesta por convertirse en un complemento fuerte en el mapa de cruces. Sin embargo, el mensaje político es claro: Piedras Negras ya no quiere ser solo una opción secundaria, sino un competidor capaz de disputarle a Tamaulipas una fracción del mercado más importante de México.
Mientras tanto, la frontera tamaulipeca sigue avanzando en la ampliación de su propio puente del comercio mundial y en proyectos como el Puente Internacional Nuevo Laredo IV/V, con el objetivo de mantener su posición como principal puerto terrestre del país frente a una región norte cada vez más diversificada y competida.







