Dos hombres de Alabama comparecieron ante un tribunal federal de Laredo acusados de traficar más de 300 armas, municiones y cargadores en lo que las autoridades describieron como una importante operación de contrabando relacionada con un cártel.
Emilio Ramírez Cortés, de 48 años, ciudadano mexicano que reside legalmente en Estados Unidos, y su hijo, Edgar Emilio Ramírez Díaz, comparecieron inicialmente ante el tribunal federal de Laredo y permanecerán bajo custodia en espera de una audiencia de detención programada para el 31 de octubre.
Ambos están acusados de contrabando de armas de fuego, municiones, cargadores y otros accesorios de armas de fuego, así como de tráfico de armas de fuego.
El 23 de octubre, dos vehículos, aparentemente circulando en paralelo, se aproximaron al puerto de entrada de Juárez-Lincoln en Laredo, según la denuncia. Los cargos alegan que Díaz conducía una Chevrolet Tahoe con placas de Alabama, seguido por su padre en una Chevrolet Silverado con placas mexicanas. Ambos vehículos remolcaban remolques utilitarios cerrados de color blanco.
La denuncia penal alega que las autoridades encontraron paredes falsas en ambos remolques, lo que dio como resultado el descubrimiento de más de 300 rifles y pistolas, así como munición y cargadores de varios calibres.
Según los registros judiciales, los hombres estaban contrabandeando armas y artículos relacionados a cambio de pago y lo habían hecho en múltiples ocasiones.
La investigación fue realizada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).











